domingo, 27 de abril de 2008

UN PENSAMIENTO EN ORDEN

¿Quién ordena a los pensamientos? Nadie, por eso son pensamientos: van y vienen licenciosos, sin respetar fronteras ni protocolos. Sólo puedo cazar a los más lentos, a los débiles, a los defectuosos; a los que por selección natural —usted sabe más de eso— deben extinguirse, servir de alimento, mientras que las ideas perfectas, las óptimas, las suculentas, se deshacen titilantes en el horizonte. Y por mucho tiempo he devorado a mis presas, las que por su condición inferior me han atragantado. Entonces rumio, regurgito, vomito y babeo. Y al ser el hombre lo que come…

…Olvídese de los discursos, de esos pensamientos defectuosos, indigestos y sí, haga lo que le dice el corazón, pero que sí sea el corazón, porque hay muchos corazones falsos, esas ideas vanidosas que ladronamente engañan. El corazón no habla, el corazón siente, es latir imperativo…

(Fragmentos)

No hay comentarios: